Y me convertí en un péndulo
perdiendo parte de mi vida en cada periodo
al compás que marcaba:
la longitud de la cuerda que sujetaba mi cuello
y la fuerza de esta tierra
que siempre frustro mis ansias de volar
y me estuvo matando de a pocos.
Me mantuve oscilando
hasta que el aire detuvo mi marcha
y la parca se llevó mi vida.